Yo tenía 19 años en ese momento y estaba charlando en una sala de chat de AOL. Empecé a hablar con este tipo. Tenía 25 años y era hispano y absolutamente precioso según las fotos que envió. Después de un mes más o menos, finalmente decidimos encontrarnos, en los términos en que sería estrictamente sexo. Los dos teníamos corazones rotos en el pasado y no queríamos ataduras.
Me recogió de mi apartamento y fuimos a su apartamento. Puso una película y nos sentamos en el sofá. Comencé a frotar el aro de Sexo En Vivo De Jovencitas mi lengua a través de la fila superior de dientes en mi boca, causando un poco de ruido. Prestó atención. Empezamos a besarnos furiosamente. Entonces decidimos volver al dormitorio. Se sentó a un lado de la cama y le saqué la polla hinchada y palpitante de los pantalones. Empecé a chuparla como si no hubiera mañana. Finalmente, se hartó y me tiró en la cama, arrancándome la ropa. Se colocó entre mis muslos y procedió a comerme. Nadie había sido capaz de hacerme acabar así, pero él lo hizo, una y otra y otra vez.
Una vez que tuve suficiente, me dio una palmadita en el culo y me colocó en posición para que encontrara su polla mientras me empujaba, golpeando más fuerte y más profundo cada vez - el sentimiento era puro gozo. Después de unos 10-15 minutos de bombear crudo, duro y sudoroso, se retiró y vino sobre mi estómago. Luego nos vestimos y me llevó de vuelta a casa. Ese fue realmente el mejor sexo de toda mi vida. Ahora tengo 24 años y estoy felizmente casado con este hombre y déjame decirte, el sexo nunca se vuelve aburrido.
